Presentación Panel de Expertos en el Seminario Internacional sobre Sistemas y Experiencias Regionales de Acreditaciñon de la Educación Superior. Síntesis de aspecto claves de Modelos y Experiencias por cada región representada, 30 de noviembre 2016.

Ha sido un privilegio poder compartir durante este Seminario con destacados especialistas internacionales y nacionales, del tema del aseguramiento de la calidad de la educación superior y recibir de ellos excelentes presentaciones que nos han puesto al día respecto a la situación actual y  a las principales tendencias y experiencias regionales en desarrollo.

En el día de ayer y parte de la mañana de hoy, hemos escuchado sus intervenciones, hoy nos corresponde compartir con ustedes, en este panel, la oportunidad de sistematizar sus principales conclusiones y recomendaciones acerca de los aspectos claves, de modelos y experiencias, de cada región e invitarles a ustedes a participar en una reflexión colectiva, respecto del futuro de los programas de aseguramiento de la calidad de la educación superior y de manera muy particular para la República Dominicana.

Al finalizar esta presentación, los panelistas tendrán 10 minutos para realizar sus comentarios, respecto a los desafíos que dejan sus intervenciones a la comunidad académica y científica dominicana, en la dirección de la definición del marco normativo y de los mecanismos que deberán implementarse en el país para asegurar que podamos disponer de instrumentos idóneos en la conducción de los procesos de aseguramiento de la calidad, de su evaluación, acreditación  y certificación confiables.

A manera de síntesis, considero que el marco de estas reflexiones concluyentes nos lo ha aportadoMaría José al identificar los desafíos a los que tendrá que responder la educación superior de nuestra región, apoyándose en el informe CINDA 2016, sintetizados en que una educación superior de calidad deberá responder a la superación de las desigualdades profundas que padece nuestra región, a su contribución en la generación de factores para el desarrollo de un mayor dinamismo en el crecimiento económico y la competitividad y en el fortalecimiento institucional para la gobernabilidad democrática de nuestros países, y agregaría la construcción de cultura de paz con equidad y desarrollo sustentable.

El desarrollo del Sistema de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior en la República Dominicana, debería de tener esos desafíos como su orientación misional fundamental, desde el fortalecimiento de su marco legal, la instalación de sus instrumentos necesarios y la ejecución de los procesos de evaluación y acreditación de sus instituciones, programas y actores, tras los propósitos específicos que han sido fijados en la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo.

Ciertamente, no partimos de cero. Existe una experiencia asociada a esfuerzos de institucionalización de la evaluación y la acreditación de la calidad, que nos ha legado una herencia de formación de recursos humanos en la gerencia del área, procesos completos de certificación de la acreditación de primera generación, truncados por circunstancias hoy no deseadas, también encontramos en desarrollo experiencias de acreditación de programas impulsados por las propias instituciones de educación superior, a partir de agencias internacionales, y aunque insuficiente aún, existe una estructura de gestión de la calidad en el órgano rector ministerial y en muchas de las instituciones de educación superior dominicanas, dedicados al propósito del aseguramiento de la calidad.

Tampoco partimos de cero en lo concerniente a los méritos alcanzados por el MESCyT, órgano rector del sistema, que ha fortalecido su papel estatal regulador y su misión de acompañar a las instituciones en el mejoramiento continuo, en el propósito del aseguramiento de la calidad de la educación superior dominicana, méritos  que han sido reconocidos, en días recientes, a nivel internacional y entre los que de manera particular se destacanlos siguientes avances:

La mejora de las instituciones como resultado de la evaluación quinquenal o global y de la evaluación de programas.

Un mayor alcance en la aplicación y las acciones vinculadas a la prueba de orientación y medición académica para las personas que ingresan a la formación profesional en las instituciones.

Por su parte el CINDA reconoce como un hito en el aseguramiento de la calidad en el país, “la evaluación quinquenal realizada en el periodo 2008-2015 en 39 instituciones de educación superior, con una metodología que integra la autoevaluación, la evaluación externa con la participación de pares académico y el seguimiento al plan de mejora elaborado por cada institución como resultado de ambas etapas”.

También se observa como un avance, el acompañamiento ofrecido a las instituciones, por especialistas desde el MESCyT, durante todo el proceso de evaluación y de ejecución de la mejora establece un estilo colaborativo y de corresponsabilidad en la búsqueda continua de la calidad, así como la adopción de medidas de consecuencias para aquellas instituciones que no ejecutaron en el tiempo hábil el 100% de sus planes de mejoras.

Se reconoce como otra tendencia significativa la evaluación de programas, el establecimiento y la puesta en marcha de normativas específicas para la formación docente, enfermería, medicina e ingenierías.

No obstante esos avances, y a partir de las exposiciones presentadas aquí durante estos dos días, he podido formular algunas interrogantes acerca de los modelos que en el aseguramiento de la calidad se vienen siguiendo, respecto a la organización institucional de los procesos, a los roles de los actores de los sistemas nacionales de educación superior y la ruta a seguir en la República Dominicana. Preferiría que estas conclusiones tengan el formato de interrogantes, asociando las experiencias expuestas con las realidades de nuestro contexto nacional.

La diversidad de enfoques respecto a los criterios y mecanismos que prevalecen en las distintas regiones aquí analizadas nos conducen a la interrogante: ¿Debe la República Dominicana abordar la presente etapa, desde el exclusivo fomento a la creación de mecanismos para el aseguramiento de la calidad o debe asumir como su carta de ruta la estructuración holística del sistema, en la que además de la creación de los mecanismos o agencias,  se incluya la actualización de su marco legal y la revisión de los roles institucionales adscritos actualmente, asociados al control, aseguramiento, y fomento de la calidad?

Algunos de nuestros expositores han planteado la necesidad de que se produzca una mayor estandarización de nuestras instituciones de educación superior ¿Cómo asumir la estandarización de la calidad como propósito,  sin que se pierda la riqueza de la diversidad de modelos universitarios que responden a necesidades y visiones distintas de la sociedad, reconociendo que los principios fundacionales de la Universidad como institución social le asigna rol de espejo con imágenes corregidas de la sociedad? ¿Nos movemos desde aspiraciones mínimas armonizantes en la base de los indicadores o fomentamos los modelos de excelencia y de jerarquización de los rankings?

En uno de los modelos vigentes de aseguramiento de la calidad en Centroamérica se han privilegiado los procesos de control y mejoramiento de la calidad, posponiendo la acreditación como meta, condicionada al alcance de fortalezas sistémicas globales y de las instituciones, nosotros nos preguntamos, es deseable ese criterio como base para la organización de las etapas de implantación del sistema nacional de aseguramiento de la calidad? ¿Cómo asegurarle a la sociedad esa calidad sin que sea evaluable desde fuera?¿y no sería una negación del principio de la autonomía y de la realidad del desarrollo desigual delas instituciones de educación superior, retrasar la acreditaciones de aquellas que se encuentren en condiciones de calidad a las espera de las demás? ¿No hacerlo podría implicar la pérdida de un capital social del sistema, bajo el principio de la solidaridad corporativa que ha primado entre las universidades?

¿Desarrollar nuestro sistema por etapas o simultaneidad de los procesos de evaluación y mejoramiento (etapa 1), evaluación hacia la acreditación (etapa 2) o regresar al modelo de la autoevaluación-plan de mejora-preacreditación-acreditación como momentos de un mismo proceso temporal?

¿El control, el aseguramiento y el fomento de la calidad: es una tarea de una agencia multipropósito o de agencias independientes? Dos vías en marcha, en ALC, ¿cuál camino a seguir en RD? ¿Cómo asegurar la vinculación adecuada entre las agencias, combinando, lo público, lo privado, la autonomía institucional, en el cumplimiento de los propósitos del aseguramiento de la calidad y con el marco legal que nos rige actualmente?

¿Cómo garantizar la calidad de la educación superior, con procesos de acreditación que involucran a los propios actores institucionales, si estos procesos son voluntarios o si son obligatorios, o para cuáles casos combinar ambos criterios, en el modelo dominicano?

Se ha reconocido en varias de las intervenciones, de las dificultades generadas por las tensiones entre la iniciativa privada y la pública en la gestión de la educación superior, principalmente en América Latina y el Caribe,  teniendo como contexto la confrontación de visiones respecto al carácter de bien público o de actividad con fines de lucro de la educación, lo cual se refleja en modelos que promueven mecanismos de aseguramiento de la calidad, diferenciado en base a públicos y privados.

Hemos conocido aquí de varios modelos de agencias acreditadoras que van desde agencias públicas, con autonomía de los ministerios que ejercen la función de control y regulación, pero con financiamiento público; agencias privadas, con financiamiento público y agencias de acreditación privadas  creadas por las propias instituciones de educación superior particulares o privadas, más complejo aún,  tanto en acreditación institucional, pero principalmente para la acreditación de programas, se nos han presentado los casos de países en los que la función de acreditación la cumplen los propios órganos de control y de regulación. Esto ha sido una tendencia reciente, para los casos en los que los estados se han reservado, por considerarlas de alto interés público, las acreditaciones de las áreas de salud, educación e ingenierías.

Esto nos conduce a preguntarnos ¿Cuál debe ser la naturaleza de la agencia o las agencias de acreditación de la calidad de la educación superior que fomente el sistema de aseguramiento de la calidad en la República Dominicana, cuál debe ser el alcance de su autonomía y la fuente de su financiamiento? ¿Debe fomentarse, a partir del marco legal vigente, la proliferación de agencias acreditadoras o debemos crear una agencia consolidada que pueda asumir los procesos de evaluación institucional y de programas?¿Cómo fortalecer las estructuras de gestión de la evaluación y la acreditación de la calidad de la educación superior, de los órganos reguladores del Estado, que garanticen el interés general respecto a las áreas estratégicas de la salud, educación, ingenierías, etc. protegiendo al mismo tiempo el principio de autonomía responsable que rige a las universidades? ¿Cuál es el límite que nuestras sociedades están dispuestos a asumir en la tolerancia a la disfuncionalidad misional, respecto a pertinencia social, de las instituciones universitarias públicas y privadas, que gestionan con fondos públicos, en una actividad considerada como bien público, con mínimos estándares de rendición de cuentas sobre resultados?

Ha sido evidente el hecho de que, en todas las regiones presentes en este Seminario se conoce de que el modelo de acreditación de la calidad más utilizado en nuestros países es el que sigue los procesos de evaluación, acreditación y su certificación es el que divide las fases y los responsables en: Ente de control y regulación de la calidad (de alcance ministerial o no)- Ente de Autoevaluación (IES o Agencia Acreditadora, según el nivel del caso)- Ente de Acreditación (Agencia Acreditadora de carácter Externo). En el marco de la Ley 139-01 vigente ¿Es posible mantener este modelo?

Hemos conocido en este Seminario, de modelos que promueven la participación de mecanismos internacionales de aseguramiento de la calidad, respecto a la acreditación y certificación, tanto de instituciones como de programas, en diversas regiones, y nosotros nos preguntamos ¿Cuál sería el mecanismo nacional y los criterios que normarían la presencia de esas agencias internacionales, si el ente regulador por sí mismo no opera como instancia de segundo nivel para certificar su calificación? ¿Estaría el MESCyT en condiciones de desarrollar esas funciones, próximas al modelo norteamericano, que aquí se nos ha presentado, si esta instancia del Estado Dominicano se limitara a sus roles de regulación y control? ¿Cuáles serían las obligaciones del Estado respecto al financiamiento de los planes  de mejora que implica todo proceso de acreditación?, ¿Simple exigencia de cumplimiento de las regulaciones o fuente de recursos de apoyo e inversión para asegurar que el sistema opere en los marcos y concepción de la educación que promueve el propio Estado?

¿Cómo articular la presencia de las agencias acreditadoras internacionales al propósito del fortalecimiento de un sistema nacional de aseguramiento de la calidad, cuando carecemos y requerimos en el presente de agencias nacionales y necesitamos con urgencia responder a las expectativas y pertinencia del fortalecimiento de las áreas de educación y salud, establecidas actualmente como políticas públicas del Estado Dominicano? ¿Es posible articular ambos procesos simultáneamente, conformar los mecanismos nacionales e integrar a las agencias internacionales?

Todos los cambios que implicarían las respuestas a las preguntas anteriores y otras por formular, disponiendo actualmente RD de una Ley que ordena la creación de un sistema de gestión de la calidad y mecanismos para su aseguramiento, la Ley 139-01, ¿Requerirían de una nueva Ley o de ajustes a la vigente? ¿Podrían llevarse a cabos estos cambios mediante normativas administrativas de rango legal inferior, como serían las órdenes departamentales? ¿Avanzar en ambas direcciones de lo posible a lo necesario, para dar soluciones viables en tiempo y recursos?

Nuestro marco legal es claro respecto a la visión sistémica de la calidad, a la responsabilidad del Estado en la educación superior, reconoce la necesidad de que existan diversas instituciones distintas a las que cumplen las funciones básicas e incluso estimula  el desarrollo de iniciativas particulares de agencias de acreditación, de fomento, de financiamiento, etc. de la educación superior, ¿Cómo articular la o las agencias nacionales, con carácter público, aunque autónoma y no gubernamental? ¿Cuáles mecanismos o instancias aseguran la calidad de las propias agencias de acreditación nacional, para el caso dominicano?

En el concepto de nuestra legislación, de la educación como un bien público, como actividad sin fines de lucro, ¿Cómo articular, en los marcos de evaluaciones voluntarias u obligatorias, los compromisos de inversión pública y privada  en los planes de mejora de las instituciones y programas, resultantes de las procesos de acreditación, cuando las agencias operarían con carácter autónomos o descentralizados del órgano público rector del sistema, para el caso dominicano?

¿Cómo articular las funciones de control, garantía, fomento y mejoramiento a las atribuciones de los órganos del sistema nacional de aseguramiento? ¿Debemos mantener como funciones exclusivas del órgano rector del sistema nacional de la educación superior, las funciones de control (cumplimiento regulatorio del sistema) y aseguramiento (Reconocimiento y certificación de operación institucional  de inicio, con evaluaciones quinquenales orientadas a la rendición de cuentas), dejando el rol de la acreditación a las agencias nacionales e internacionales?

¿Cuáles serían los mecanismos requeridos por el Ministerio, como órgano rector del sistema nacional de educación superior para asegurar que las instituciones y los programas sometidos a evaluación conducentes a la acreditación, lo hagan en agencias de primer nivel que garanticen la no burocratización y rutinización de los procesos de evaluación?

Es evidente que los modelos de las acreditadoras de segundo nivel en Europa, Estados Unidos, Centroamérica y Suramérica que aquí se han expuestos tienen componentes diferenciadores propios de la diversidad de los contextos regionales y nacionales de origen, pero si algo es concluyente y convergente es la necesidad de que las agencias acreditadoras nacionales  deban someterse a procesos de acreditación de segundo nivel que refuercen las garantías y que despejen las dudas que ya cubrieron a las universidades, como fuentes exclusivas de la certificación de sus calidades, en este sentido nos preguntamos ¿Al crear o reactivar nuestra agencia acreditadora nacional, debemos atender los requerimientos de acreditación de segundo nivel a partir del modelo más próximo a nuestra realidad social (CCA) o el de las presiones de la profesionalización y sus resultados del sistema de educación superior del modelo EUA?

¿Existe hoy el consenso entre las instituciones de educación superior dominicanas de retomar el camino recorrido por la ADAAC, en el pasado, en los esfuerzos propios de las instituciones por establecer mecanismos de aseguramiento de la calidad, dado el rezago respecto a los demás países de nuestra región, no obstante haber tenido una de las primeras agencias nacionales, desde el año 1987?

¿Podemos reiniciar los esfuerzos nacionales en materia de AC partiendo de un modelo de AC  de “segunda generación” sin que hubiésemos agotado la fase inicial que ya han sido superada en otros países? ¿Cómo hacer denuestro modelo una especie de piloto de integración de las mejores prácticas en la región, más allá de sus niveles de complejidad, diversidad institucional y marcos legales nacionales también heterogéneos?

¿Cómo afrontar los desafíos de una implementación innovadora del AC, al tiempo que las IES y el sistema de educación superior carecen desuficientes recursos humanos para impulsar hasta el AC de primera generación a tantas IES? ¿Cómo articular los esfuerzos de instalación de agencias nacionales, con las urgencias de la demanda social por la certificación y acreditación de áreas del conocimiento consideradas de interés público, que no esperan y requeriría de aliados internacionales?

Es importante observar que en la mayoría de las experiencias conocidas aquí, se ha puesto en evidencia la necesidad de ir más allá de la evaluación de cumplimiento de normas internas y metas fijadas por las propias instituciones , tanto en lo institucional como en los programas, hay un llamado a la atención de los resultados formativos de los estudiantes en proceso de profesionalización, a los resultados de pruebas a egresados que aspiran ingresar al postgrado o de evaluaciones provenientes de los propios empleadores, como factores importantes de la calidad y por lo tanto, de los procesos de evaluación con fines de acreditación, acercarnos al concepto de auditoría académica y de rendición de cuentas por resultados.

¿Debemos incorporar las experiencias de otros países que han instalado la evaluación de los aprendizajes, como parte de la evaluación conducente a la acreditación, mediante la aplicación de exámenes a estudiantes o egresados, más allá de sus fines de requisitos para ingresar a programas de especialización en determinadas carreras?

Del conjunto de los modelos de sistema de aseguramiento o de acreditación de la calidad que se nos han presentado durante estos dos días quedan por responderse otras interrogantes, como tareas al seguimiento de este fértil y productivo Seminario, que invitamos a iniciar en el debate de hoy, y a continuar en sus instituciones de educación superior, abriendo esta nueva etapa de empoderamiento sistémico del tema de la gestión de la calidad de la educación superior en nuestro país.

No se agobien, si las preguntas han sido muchas, dejando la apariencia de que este Seminario nos deja más con interrogantes que con respuestas, ¡no!

Formulamos nuestras interrogantes no porque no existan respuestas, a ellas, desde las exposiciones que se nos han presentado, sino porque las experiencias conocidas en este seminario, nos dejan rutas alternas, resultados en discusión y estrategias en pruebas, que nos obligan a considerar el valor de los contextos heterogéneos de donde provienen estas experiencias, la necesidad de que repensemos como país la experiencia propia, desde 1987,con el surgimiento de la ADAAC, de visión preclara mayor que la de nuestros socios internacionales que han iniciado su propia historia en el presente siglo XXI, como es el caso europeo, o de finales de los años 90, como es el caso de los centroamericanos y una parte de los suramericanos, pero en nuestro caso de resultados muy inferiores.

Estamos convencidos de que la tarea de la construcción de un sistema de aseguramiento de la calidad en la República Dominicana, sigue siendo una tarea pendiente en su perspectiva holística e integral, una responsabilidad compartida de actores públicos y privados y principalmente correspondiente a las instituciones de educación superior y sus comunidades académicas y científicas, instancias reales en las que se construyen los procesos de cumplimiento de sus funciones básicas, y donde se debería gestionar con autonomía responsable, los principios de la calidad y su aseguramiento, como única vía de cumplimiento de su propósito misional de pertinencia social, más allá de los discursos ideológicos y más próximo a la generación de respuestas a los desafíos del desarrollo productivo, a la innovación y a la construcción de nuevos saberes y de cultura de vida democrática, de ciudadanía en un Estado  Social y de Derechos, que por las desigualdades existentes hoy sigue teniendo el sello de la utopía de lo posible.

Contamos ahora con mayores aliados internacionales que en el pasado, para asumir las tareas pendientes, creo que ha valido la pena, este nuevo compromiso con el aseguramiento de la calidad de la educación superior dominicana y global, y le reitero las gracias a los expositores y panelistas de esta mañana, por seguir acompañándonos en tan importante meta.

Muchas Gracias

 

Bibliografìa:

1.- Sistemas y Experiencias de Acreditación de la Educación Superior en los Estados Unidos de América, presentada por Herman Bounds Jr., durante el Seminario Internacional sobre Sistemas y Experiencias Regionales de Acreditación de la Educación Superior, Santo Domingo, 29 y 30 de noviembre 2016.

2.- Guidelines For Preparing/Reviewing Petitions And Compliance Reports, In accordance with 34 CFR. Part 602 The Secretary’s Recognition of Accrediting Agencies. For Use During the 2012 Review Cycle. January 2012.  U.S. Department Of Education, Office Of Postsecondary Education Accreditation Division.

3.- Sistemas y Experiencias de Acreditación de la Educación Superior en Suramérica, presentada por la Dra. María José Lamaitre, durante el Seminario Internacional sobre Sistemas y Experiencias Regionales de Acreditación de la Educación Superior, Santo Domingo, 29 y 30 de noviembre 2016.

4.- Sistemas y Experiencias de Acreditación de la Educación Superior en Centroamérica-El Caribe, presentada por el Dr. Esteban Arias Monge, durante el Seminario Internacional sobre Sistemas y Experiencias Regionales de Acreditación de la Educación Superior, Santo Domingo, 29 y 30 de noviembre 2016.

5.- Sistemas y Experiencias de Acreditación en el Espacio Europeo de Educación Superior, presentada por el Dr. Esteban Arias Monge, durante el Seminario Internacional sobre Sistemas y Experiencias Regionales de Acreditación de la Educación Superior, Santo Domingo, 29 y 30 de noviembre 2016.

6.- Casos de Acreditación de Programas de Formación por la Agencia de la Calidad de Educación Superior de Galicia (ACESG), presentada por el Dr. José Eduardo López Pereira, durante el Seminario Internacional sobre Sistemas y Experiencias Regionales de Acreditación de la Educación Superior, Santo Domingo, 29 y 30 de noviembre 2016.

7.- La experiencia dominicana sobre Acreditación Universitaria: el Caso de la Asociación Dominicana para el Autoestudio y la Acreditación (ADAAC), presentada por el Dr. Radhamés Mejía, durante el Seminario Internacional sobre Sistemas y Experiencias Regionales de Acreditación de la Educación Superior, Santo Domingo, 29 y 30 de noviembre 2016.

8.- Casos de Acreditación de Programas de Formación por el Instituto Internacional de Aseguramiento de la Calidad (IAC), presentada por la Dra. María José Lamaitre, durante el Seminario Internacional sobre Sistemas y Experiencias Regionales de Acreditación de la Educación Superior, Santo Domingo, 29 y 30 de noviembre 2016.

9.- Constitución Política de la República Dominicana, proclamada el 26 de enero. Publicada en la Gaceta Oficial No. 10561, del 26 de enero de 2010.

10.- Ley 139-01 de Educación Superior, Ciencia y Tecnología de la República Dominicana, promulgada el 13 de agosto de 2001.

11.-ADAAC ESTATUTOS. (2000, mayo). Estatutos Generales. Estatutos Generales. Santo Domingo, República Dominicana: ADAAC.